"He aquí a varias personas que escribieron libros para contar las cosas que hicieron y por qué las hicieron:
John Dean, Henry Kissinger, Adolf Hitler, Caryl Chessman, Jeb Magruder, Napoleón, Talleyrand, Disraeli, Robert Zimmerman (alias Bob Dylan), Locke, Charlton Heston, Errol Flynn, el ayatolá Jomeini, Gandhi, Charles Olson, Charles Colson, un caballero Víctoriano, el doctor X.
La mayoría de la gente cree que también Dios escribió un Libro o Libros, para decir las cosas que hizo y –en cierta medida– por qué las hizo, y puesto que esa gente cree asimismo que los humanos fueron creados a imagen y semejanza de Dios, también Él puede ser considerado persona o, para expresarlo más correctamente, Persona.
He aquí a varias personas que no escribieron libros para contar las cosas que hicieron..., ni las que vieron:
El hombre que enterró a Hitler, el que hizo la autopsia a John Wilkes Booth, el que embalsamó a Elvis Presley, el que embalsamó –bastante mal por cierto, al decir de la mayoría de los enterradores– al papa Juan XXIII, las tres o cuatro docenas de enterradores que limpiaron Jonestown, acarreando bolsas de cadáveres y ensartando vasos de cartón con esos pinchos que usan los guardas de los parques públicos, mientras espantaban las moscas, el hombre que incineró a William Holden, el que recubrió de oro el cuerpo de Alejandro Magno, para que no se pudriera, los que momificaron a los faraones.
John Dean, Henry Kissinger, Adolf Hitler, Caryl Chessman, Jeb Magruder, Napoleón, Talleyrand, Disraeli, Robert Zimmerman (alias Bob Dylan), Locke, Charlton Heston, Errol Flynn, el ayatolá Jomeini, Gandhi, Charles Olson, Charles Colson, un caballero Víctoriano, el doctor X.
La mayoría de la gente cree que también Dios escribió un Libro o Libros, para decir las cosas que hizo y –en cierta medida– por qué las hizo, y puesto que esa gente cree asimismo que los humanos fueron creados a imagen y semejanza de Dios, también Él puede ser considerado persona o, para expresarlo más correctamente, Persona.
He aquí a varias personas que no escribieron libros para contar las cosas que hicieron..., ni las que vieron:
El hombre que enterró a Hitler, el que hizo la autopsia a John Wilkes Booth, el que embalsamó a Elvis Presley, el que embalsamó –bastante mal por cierto, al decir de la mayoría de los enterradores– al papa Juan XXIII, las tres o cuatro docenas de enterradores que limpiaron Jonestown, acarreando bolsas de cadáveres y ensartando vasos de cartón con esos pinchos que usan los guardas de los parques públicos, mientras espantaban las moscas, el hombre que incineró a William Holden, el que recubrió de oro el cuerpo de Alejandro Magno, para que no se pudriera, los que momificaron a los faraones.
La muerte es un misterio y el entierro, un secreto."
Prólogo, en Cementerio de animales by Stephen King
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