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martes, 12 de marzo de 2019

Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar - Ame Soler

"Un libro lleno de rebeldía"

Ahora puedo decir convencida
que he decidido unirme
al aquelarre de brujas que vuelan sin escoba,
a las que molestan,
a las que saben más de la cuenta,
a las que se cuestionan la sociedad
conforme está construida.
Hemos sido atacadas y perseguidas
durante toda la historia;
pero cuidado,
porque estamos aprendiendo
a controlar
el fuego de la hoguera.

Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar by Ame Soler
My rating: 3 of 5 stars

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Ahora puedo decir convencida
que he decidido unirme
al aquelarre de brujas que vuelan sin escoba,
a las que molestan,
las que saben más de la cuenta.
Hemos sido atacadas y perseguidas
durante toda la historia;
pero cuidado,
porque estamos aprendiendo
a controlar
el fuego de la hoguera.

Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar es mucho más que un libro con un título ingenioso.

Este libro nos narra una historia de autodescubrimiento, un despertar, una conciencia por el antes, ahora y después.
El aire poético impregna las páginas del libro. Un texto escueto y conciso, lleno de metáforas que no dejan nada el azar. Todo esto nos dibuja una imagen tan solida que las palabras toman fuerza en la página.
Todo esto acompañado por unas ilustraciones. Ilustraciones que, por mucho que hagan más bello el libro, lo que realmente consiguen es reforzar las palabras ya pasmadas en la página. Criticas silenciosas que están tan bien buscadas que le dan una perspectiva más amplia a la narración. Los dibujos a acuarela, aparte de ser bello en si, tienen un trasfondo mucho más impactante.

Tiene muchas vertientes. Sociedad, prejuicios, relaciones, derechos, comentarios tóxicos, abusos, prejuicios,... y me dejo muchos más en el tintero. Todo esto enlazado en una vida, en una narración tan bien elaborada que para cuando nos volvemos conscientes del ahora, ya apenas quedan un par de páginas a la vista.

No me esperaba encontrar con esto, y estoy feliz de que se haya cruzado en mi camino.

Dejé de escuchar a la gente que siempre había estado a mi lado
Y me alejé.
Me alejé dejando una estela de enfrentamientos
con las peronas que se preocupaban por mí,
por quienes de verdad veían
que aquel chico
me estaba desgastando,
como se desgastan
las gomas de borrar.