“La diferencia entre empezar con E o S. Dos personas distintas y una historia real y apasionante con una trama abrumadora.”
La vida de Stella Gordon es una mentira.
En tanto que testigo principal en el juicio contra de un traficante de drogas, Stella está en el programa de protección de testigos y tiene que vivir en el pequeño pueblo de Thunder Basin, Nebraska, cuyos habitantes no deben saber, jamás, quién es en realidad. Ni siquiera Chet Falconer, el chico que hace que desee revelar su verdadera identidad. Stella sabe que si dice la verdad solo traerá violencia a ese lugar seguro.
Pero a pesar de lo mucho que intenta mantenerse oculta, el peligro está cercano. Los asesinos siempre intentan deshacerse de los testigos, y Stella ha cometido un error que podría convertirse en la pista crucial para encontrarla.
Estella o mejor dicho Stella, no tiene un verano facíl. Nos encontramos con una historia de amor llena de secretos. Creemos saber una cosa y hasta el último segundo no conocemos la verdad. Por otra parte, parece que a Becca le gusta acabar sus libros de cierta manera. Una historia que me ha enganchado, una protagonista llena de dudas, un co-protagonista bueno a rabiar y dulce como solo esta autora los puede crear. Una guía sabia como ninguna, y unos personajes que crean un gran suspense en la trama. Apasionante, ensimismadora, no tengo reparos a decir que a sido una de esas historias que me han enfrascado tanto que me la he acabado de una sentada, sin necesidad de mirar la hora o sentir una pizca de sueño. Me ha encantado. Esta ha sido una obra muy distinta a otra que he leído de esta autora (Saga Hush, Hush), mientras que la otra se centraba en la fantasía, esta, en un ambiente más realista, ha conseguido enamorarme.
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